sábado, 23 de mayo de 2020

PREFIERO EQUIVOCARME A....



Con frecuencia, durante los primeros años, nuestros padres buscaban brindarnos fundamentos de vida para que “aprendiéramos” a hacer las cosas bien; lo mismo sucedía en la escuela. Si hacíamos algo fuera de los estándares de “bien” que manejaban nuestros adultos, éramos castigados pero no formados para aprovechar esta circunstancia ni para aprender a hacer las cosas mejor. Se creía que todos debían hacer las cosas y comportarse de la misma manera. Una frase que muchas veces ha retumbado en mi mente ha sido “las cosas se hacen rápido y bien hecho”.

Crecimos (o crecíamos) en ese ambiente en que “nuestro aprendizaje” sólo buscaba que “todo nos saliera bien” como manera de lograr la felicidad. Pero ¿felicidad para quién? ¿Qué entendían nuestros mayores-educadores por bien y por felicidad? Esto conllevaba a que, con frecuencia, se tomaran decisiones que, si en el peor de los casos, no eran las adecuadas, tenían que ser aceptadas y vividas (o sobrevivir en ellas) porque “eso estaba bien”.

A partir de mi labor como psicoterapeuta, hoy día me pregunto ¿cuántas personas han sido infelices en su vida porque no se atrevieron a repensar sus decisiones? ¿Cuántas personas sólo lloraron su infelicidad y transmitieron esta situación a sus descendientes?. Claro que también surgen las preocupaciones por aquellas personas que ante cualquier revés, deciden tomar una decisión diferente. Los extremos siempre son dañinos!.

Las decisiones grandes (o pequeñas) de la vida, no se deben tomar de cualquier manera, deben planearse bien y los seres humanos debemos prepararnos para tal situación. Me llama la atención, por ejemplo, que para algunos (o muchos) tomar la decisión de conformar una nueva familia o casarse es algo sencillo y no se toman el tiempo suficiente de conocerse y reconocer a la otra persona y saberse llamado a tal estado de vida; de ahí que muchos matrimonios comienzan mal por no haberse tomado el tiempo suficiente ni plantearse los posibles vacíos o cargas existentes en sí mismo(a) o en su futuro cónyuge.

Si bien, es indispensable tener cuidado en la toma de decisiones, los seres humanos tenemos el derecho de repensar nuestra vida y retomar el camino que con frecuencia hemos abandonado por ir en busca del “camino adecuado”. Como me decía alguien estos días: “estoy haciendo todo lo que no había hecho por estar ocupado” y es que el hábito de “estar ocupado” y dejar que la vida sólo transcurra es más frecuente de lo que se cree..todo porque “debes hacer las cosas rápido y bien hecho” desde el principio.

En el camino de la vida se encuentran personas (o somos nosotros mismos) que se quejan de que su vida ha sido un total accidente y cada día lo sobreviven en una constante lamentación sobre lo que pudo ser o puede llegar a ser, pero no buscan la ayuda requerida ni se toman el tiempo de repensarse ni de replantearse las decisiones. Es importante que comencemos por aclarar que no es cierto que alguien viva por accidente, que su vida sea un completo accidente, pues nadie nace por accidente!; vienen a mi mente las palabras del Maestro Oogway (Película Kung Fu Panda 1)No existen los accidentes”. ¿Crees que fue un accidente el que se unieran 2 (sólo 2) células y se empezara a gestar el milagro de la vida en el vientre de tu madre? ¿Crees que fue un accidente el que no murieras de una de las mil enfermedades que pudieron matarte a lo largo de tu vida hasta hoy? Te habrías perdido tantas experiencias de la vida si hubieras muerto en este tiempo precedente; además existieron millones de posibilidades de que no nacieras, pues conque un espermatozoide distinto hubiera llegado antes a fecundar el óvulo maduro, jamás habrías nacido; ¿Crees que haber tomado ésta o aquélla decisión, fue lo peor? No serías hoy lo que eres si no hubieras tomado esa decisión, no poseerías el aprendizaje que hoy tienes si no hubieras recorrido el camino que has transitado!. Ahora que ya conoces lo que eres y que no eres un accidente, lo importante es ¿cómo vas a utilizar tu aprendizaje? ¿Cuáles son las decisiones que has añorado tomar? ¿Qué decisiones crees que debes tomar?. El tiempo es ahora!.

Pero aparece el miedo al fracaso! ¿Y si fracaso nuevamente? Ten en cuenta que nadie toma una decisión pensando en equivocarse de antemano, sino en que las cosas sean mejores, en que puedes llegar a donde siempre has soñado. En vez de pensar en que las cosas pueden salir nuevamente mal, ¿por qué no enfocarte en que las cosas pueden salir mejor de lo que en algún momento lo has deseado?. En realidad tu mayor temor no es a que las cosas vuelvan a salir mal, sino a que debes enfrentarte a “las cosas se hacen bien” y a la ilusión del control, pues hemos sido formados a tener el control de todo en nuestra vida y olvidamos que en la vida no siempre se tiene el control, más aún las experiencias más hermosas de la vida sólo surgieron, sólo estaban allí, no tenías control sobre ellas y llegaron... Y no digo que tener el control sea dañino, no! Pero si sólo nos novemos cuando tenemos el control, terminamos viviendo una vida de robots, una vida de libreto y no una vida en construcción diaria.

Es curioso que, en cuestiones de fe, siempre decimos que creemos en Dios y lo repetimos en nuestras oraciones “hágase tu Voluntad”, sin embargo, con cierta frecuencia, lo que deseamos es que “se haga nuestra voluntad” pues nos da miedo creer-le. Creer implica ir a donde jamás hemos ido, creer implica dejarnos llevar, dejarle el control al otro o al Otro. El Otro (Dios) confía en nosotros pues ha proveído nuestra vida, sin embargo nosotros no creemos en nosotros mismos; ¿cómo creer en alguien diferente a nosotros mismos? ¿Qué clase de Fe tengo en quien cree en mí pero no creo en el que Él cree?.

Como ya lo afirmé arriba, los extremos pueden ser dañinos; así como puede ser riesgoso el hecho de dejar todo a la deriva, lo es, igualmente, el tener planeado absolutamente todo!. No se afirma acá que ante las dificultades que cada día nos presenta la vida ya se deben replantear las decisiones, no!. Quizá sea necesario replantear la manera como esa decisión se está llevando a cabo, mejorar o cambiar en ciertos aspectos, pero puede ser la decisión correcta... Sin embargo, el otro extremo es que el pavor impida repensar en la posibilidad de que nuestras decisiones no hayan sido las correctas, a pesar que cada día se añora que la realidad sea distinta.

Quienes me conocen desde hace más de 10 años, recuerdan que con frecuencia afirmaba que “prefería equivocarme en mi vida y no vivir con temor a que eso sucediera; pues le tenía terror llegar a mis últimos días y, sentado en soledad, darme cuenta de cómo hubiera sido mi vida si me hubiese atrevido a tomar ésta o aquélla decisión, pero ya no podría tomarse”. Y hoy, con más años encima, con los aprendizajes que la vida y la academia me ha ofrecido, creo lo mismo. He visto personas a quienes, en sus ojos, se les nota la angustia de querer tomar una decisión distinta a la vida que tienen en la actualidad, pero no se atreven por “el qué dirán(Espero poder escribir pronto un libro sobre este tema)...con frecuencia esta división interna conlleva a enfermedades graves!.

La vida me ha sido dada por el Creador para que yo sea feliz en ella, el estado de vida y las decisiones que tomo cada día son la manera como creo que lo puedo lograr; seguramente algunas decisiones arrojarán los resultados esperados y otras muchas me darán grandes aprendizajes. Hoy soy las decisiones que he tomado y mañana seré las que tomaré...así que en mis manos está seguir así o atreverme a dar el paso; es lamentable conocer personas que van por el mundo existencialmente sobreviviendo.

En este momento, vienen a mi memoria las palabras del poeta Antonio Muñoz Feijoo (1851-1890):

No son los muertos los que en dulce calma
la paz disfrutan de la tumba fría,
muertos son los que tienen muerta el alma
y viven todavía....

No son los muertos, no, los que reciben
Rayos de luz en sus despojos yertos,
los que mueren con honra son los vivos
los que viven sin honra son los muertos.

La vida no es la vida que vivimos,
la vida es el honor y es el recuerdo,
por eso hay muertos que en el mundo viven
y hombres que viven en el mundo... muertos.


Hoy sé que puedo ayudar a tantas personas que van por el mundo sobreviviendo a su infelicidad, sólo porque aprendieron desde muy pequeños que “las cosas se hacen rápido y bien hecho”, que una vez tomada ésta o aquélla decisión no puedo siquiera tomarme el permiso de repensarla y repensarme. Dios cree en mí porque me ama, pero yo debo creer en mí y amarme y Él desea mi felicidad, por ello me dio la vida: para que yo sea feliz!

Me atrevo a asegurar que si te atreves a repensarte, renacerás y saldrás fortalecido(a) como el Ave Fénix.

Así que si tú, amable lector, crees que puedo acompañarte en tu camino, te comparto mis datos y... hablamos!.



Leonel GRIMALDO SALAZAR
Psicólogo, Filósofo, Teólogo

Cel. (+57) 310 331 9621
www.psicologoalamano.com








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  • ¿Vives o sobrevives?.

17 comentarios:

  1. "Hoy soy las decisiones que he tomado y mañana seré las que tomaré" me gustó mucho esto. Es tan real, y generalmente cumplamos a otros por lo que somos.

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    1. Agradezco que te tomes el tiempo de leer mis reflexiones...Qué alegría, igualmente, haber compartido contigo en tu historia de vida formativa....Feliz fin de semana!

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  2. Definitivamente la vida es un ratico y Dios nos creo para ser felices y hay que vivir cada día plenamente.... EXCELENTE!

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  3. Agradezco que te tomes el tiempo de leer mis reflexiones...Aprovecha la vida, que si de algo debas "arrepentirte" sea de HABER VIVIDO....Feliz fin de semana!

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  4. La vida hay que disfrutar por qué en un abrí y será de ojos se nos va me gustó lo escrito la felicito Leonel
    Dios los bendiga

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  5. Agradezco que te tomes el tiempo de leer mis reflexiones...Aprovecha la vida, pues de ella sólo quedará lo que vivas....Feliz fin de semana!

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  6. Excelente reflexion. Gracias

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    1. Gracias por leer mis reflexiones....ahora, a VIVIR!!!! Feliz fin de semana.

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  7. Como ya lo afirmé arriba, los extremos pueden ser dañinos; el unico extremo que no es riesgoso es creer totolmente en Dios y dejarnos llevar por su palabra. toda la gloria la honra toda alabanza adoracion el poder todo mi cuerpo mi alma y miespiritu sean para Dios

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    1. Sin embargo, Dios cree en ti.... Debes creer en ti como cree tu creador. Feliz fin de semana!

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  8. Realmente no somos un accidente en esta tierra, somos parte de un plan divino para un propósito específico. Solo junto a El, podremos descubrir para q estamos aqui y como caminar de la manera correcta porque El es nuestro fabricante o constructor, y si nos equivocamos el mismo nos guiara por la senda correcta.

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    1. Gracias Elizabeth... Con frecuencia, queremos ser más sabios que Él... Feliz fin de semana!

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Considero que si el mirar atrás es para cambiar el presente muy bien pero si es para reproches lo mejor es dejar así, por otro lado sin el ánimo de juzgar creo que sí hay vidas por accidente en el caso de una violación que ha generado un embarazo y por último a pesar de las circunstancias debemos proyectarnos innovar y seguir adelante.

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    1. "Dejar así" suele ser muy dañino porque "echarle tierrita" a lo que duele, no lo sana, lo enferma peor.. Y aunque cada persona es libre de tener su opinión, el caso de la vida generada en una violación no puede ser considerada "Accidente" pues estarías colocándote en un nivel SUPER-DIOS pues el mismo que te regaló la vida y me la regaló mí, quiso regalarle la vida a esta nueva criatura.

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    2. No se equivoca, nacimos con unos patrones muy estrictos, creiamos que era mejor para nosotros y obedeciamos eran fieles y mansos corderos. Con el uso de razon, nuestra niñez y aun jovenes no se nos ocurrió pensar y preguntarnos ¿ Quien soy yo como persona ? ¿ Para que vine al mundo? ¿ Cuales seran mis metas?. No nos valoramos como seres humanos, ahora ya mayores despues de experiencias vividas buenas, regulares, nos damos cuenta que esta vida es hermosa, podemos ser felices sólos o acompañados gracias a que hemos creido en el unico ser bondadoso y miserocordioso que es Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo siempre nos lleva de su mano, si abrimos nuestro corazón para que el more en nosotros.

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  11. Sabias palabras esa es la realidad

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