El Reto del amor
De muchas maneras y en muchos
espacios se habla del “amor”, cada quien lo comprende de la manera que
prefiere, sin embargo acá se comprenderá por amor “la capacidad de dar al otro
sin esperar nada a cambio”.
Con frecuencia, cuando tenemos alguna
dificultad, nos envolvemos y sólo hablamos a los demás de nuestra situación, creemos
que la situación que nos aqueja es “lo más grave que existe”, olvidando que los
demás también tienen situaciones qué solucionar. ¿Qué sucedería si nos abriéramos
un poco a las necesidades del otro? ¿si no nos enfocamos sólo en nuestras
dificultades?.
En este orden de ideas, quiero
plantear un reto: El reto del amor. ¿En qué
consiste?: que durante una hora (para comenzar), - pero luego podrá ser por
espacios de tiempo mayores (días, semanas, meses, etc.) -, quien desee asumir
dicho “Reto”, se va a comprometer a sólo pensar, sentir, hablar y actuar con
y desde el
amor.
Tú puedes elegir con quién lo
asumirás, en qué orden y durante cuánto tiempo, pero te ofrezco aquí algunas
sugerencias.
1. Comienza por ti mism@.
Es conocido el adagio de que “nadie da de
lo que no tiene” y si tú mism@ no te amas, ¿cómo crees que puedes amar a
otros?.
Pero alguien
puede afirmar: yo me amo a mí mismo@, ¿cómo no hacerlo?. Pues aunque sería lo
más indicado, muchas veces no nos amamos a nosotros mismos, por ejemplo:
- Cuando te refieres a ti mism@ con palabras destructivas (Ej. Soy un bruto, soy una pelota, soy un pendej…., etc.).
- Cuando no te felicitas por tus logros sino que te “das palo” por tus errores.
- Cuando no eres capaz de perdonarte sino que continuas juzgándote sin cesar.
- Cuando no te das tiempo para descansar por estar “demasiado ocupad@”.
- Cuando no te cuidas en tu alimentación, consumes licor o cualquier sustancia psicoactiva, no practicas ejercicio, no compartes con los demás, no te preocupas por aprender algo nuevo cada día, etc.
2. Tus seres queridos. En muchas ocasiones
creemos que “estar ahí” es signo de
amor y terminamos ofendiendo y agrediendo a quienes comparten nuestro diario
vivir y quienes más nos aman: comparte con tus hij@s y con tu pareja,
escúchalos, diles cuánto los amas, etc. Muchos tuvimos padres que sabíamos que
nos amaban pero nunca nos lo dijeron. Hoy día, cuánta falta hace que los padres
le digan a sus hij@s cuánto le aman!.
3. Tus compañeros de estudio/trabajo. Bien sabemos
que con los compañeros de estudio o trabajo pasamos más tiempo que ni con
nuestras propias familias. ¿Cómo cambiaría la relación con tu compañer@ que te cae mal? ¿Cómo sería la vivencia en tu
trabajo si las relaciones mejoran por lo que tú aportarás? ¿Qué sucedería si te
alejas de los chismes y murmuraciones contra tus compañer@s?, etc.
4. Los demás. Ahí puedes ir agregando a quien
quieras. Lo importante es abrir el círculo y no quedarse en el primero; cuando
vas abriendo el círculo te darás cuenta de algo mayor: que todos necesitamos amor.
Es muy importante que vayas llevando
registro de las personas y los tiempos que vas eligiendo. Por ejemplo: si esta
primera semana voy a trabajar conmigo una hora al día, lo registro, y así sucesivamente.
En mi último Libro ¿Es Dios un débil? ¡Sí,lo es!, no sólo se plantea la
realidad del amor que Dios tiene por ti (y por mí) sino también ¿cómo puedo yo compartir
dicho amor con los demás?.
Finalmente recuerda que el amor es la mayor medicina y que tú y
quienes te rodean necesitan un poco de amor, empieza a darlo…TE
RETO.
Nota:
Si estás interesad@ en embarcarte
en este reto, me gustaría saberlo…así podemos caminar juntos.
Igualmente, te agradezco si lo comentas
acá en mi BLOG y lo compartes con aquellos que crees que pudiera hacerles bien.
Leonel GRIMALDO SALAZAR
Psicólogo, Filósofo y Teólogo
Cel. (+57) 310 331 9621