martes, 29 de enero de 2019

El Reto del amor

El Reto del amor

De muchas maneras y en muchos espacios se habla del “amor”, cada quien lo comprende de la manera que prefiere, sin embargo acá se comprenderá por amor “la capacidad de dar al otro sin esperar nada a cambio”.

Con frecuencia, cuando tenemos alguna dificultad, nos envolvemos y sólo hablamos a los demás de nuestra situación, creemos que la situación que nos aqueja es “lo más grave que existe”, olvidando que los demás también tienen situaciones qué solucionar. ¿Qué sucedería si nos abriéramos un poco a las necesidades del otro? ¿si no nos enfocamos sólo en nuestras dificultades?.



En este orden de ideas, quiero plantear un reto: El reto del amor. ¿En qué consiste?: que durante una hora (para comenzar), - pero luego podrá ser por espacios de tiempo mayores (días, semanas, meses, etc.) -, quien desee asumir dicho “Reto”, se va a comprometer a sólo pensar, sentir, hablar y actuar con y desde el amor.

Tú puedes elegir con quién lo asumirás, en qué orden y durante cuánto tiempo, pero te ofrezco aquí algunas sugerencias.

1. Comienza por ti mism@. Es conocido el adagio de que “nadie da de lo que no tiene” y si tú mism@ no te amas, ¿cómo crees que puedes amar a otros?.

Pero alguien puede afirmar: yo me amo a mí mismo@, ¿cómo no hacerlo?. Pues aunque sería lo más indicado, muchas veces no nos amamos a nosotros mismos, por ejemplo:
  • Cuando te refieres a ti mism@ con palabras destructivas (Ej. Soy un bruto, soy una pelota, soy un pendej…., etc.).
  • Cuando no te felicitas por tus logros sino que te “das palo” por tus errores.
  • Cuando no eres capaz de perdonarte sino que continuas juzgándote sin cesar.
  • Cuando no te das tiempo para descansar por estar “demasiado ocupad@”.
  • Cuando no te cuidas en tu alimentación, consumes licor o cualquier sustancia psicoactiva, no practicas ejercicio, no compartes con los demás, no te preocupas por aprender algo nuevo cada día, etc.
Te has preguntado ¿cómo cambiaría tu vida si te trataras con más consideración y te dieras el permiso de equivocarte?. Además, dado que hemos aprendido que “amarme a mí mism@ es señal de egoísmo”, debes aprender a diferenciar qué es egoísmo y qué es amor por ti mism@. Recuerda “si no te amas a ti mism@, ¿cómo quieres amar a otros?”. 

2. Tus seres queridos. En muchas ocasiones creemos que “estar ahí” es signo de amor y terminamos ofendiendo y agrediendo a quienes comparten nuestro diario vivir y quienes más nos aman: comparte con tus hij@s y con tu pareja, escúchalos, diles cuánto los amas, etc. Muchos tuvimos padres que sabíamos que nos amaban pero nunca nos lo dijeron. Hoy día, cuánta falta hace que los padres le digan a sus hij@s cuánto le aman!.

3. Tus compañeros de estudio/trabajo. Bien sabemos que con los compañeros de estudio o trabajo pasamos más tiempo que ni con nuestras propias familias. ¿Cómo cambiaría la relación con tu compañer@ que te cae mal? ¿Cómo sería la vivencia en tu trabajo si las relaciones mejoran por lo que tú aportarás? ¿Qué sucedería si te alejas de los chismes y murmuraciones contra tus compañer@s?, etc.

4. Los demás. Ahí puedes ir agregando a quien quieras. Lo importante es abrir el círculo y no quedarse en el primero; cuando vas abriendo el círculo te darás cuenta de algo mayor: que todos necesitamos amor.

Es muy importante que vayas llevando registro de las personas y los tiempos que vas eligiendo. Por ejemplo: si esta primera semana voy a trabajar conmigo una hora al día, lo registro, y así sucesivamente.

En mi último Libro ¿Es Dios un débil? ¡Sí,lo es!, no sólo se plantea la realidad del amor que Dios tiene por ti (y por mí) sino también ¿cómo puedo yo compartir dicho amor con los demás?.

Finalmente recuerda que el amor es la mayor medicina y que tú y quienes te rodean necesitan un poco de amor, empieza a darlo…TE RETO.

Nota:
Si estás interesad@ en embarcarte en este reto, me gustaría saberlo…así podemos caminar juntos.

Igualmente, te agradezco si lo comentas acá en mi BLOG y lo compartes con aquellos que crees que pudiera hacerles bien.


Leonel GRIMALDO SALAZAR
Psicólogo, Filósofo y Teólogo
Cel. (+57) 310 331 9621


jueves, 3 de enero de 2019

Bienvenido el 2019!!



Es común que cuando comienza un nuevo año se haga con grandes propósitos, un listado de deseos y metas por alcanzar. Es importante que esos sueños y anhelos esté acorde con las realidades que nos rodean y de las capacidades con las que contamos; cuidando a cada momento que se haya vuelto costumbre en nosotros realizar un listado que luego se queda en eso: una lista escrita en un papel que perdemos o no volvemos a evaluar durante los 365 días del año que comienza.

Es trascendental que aproveches mucho este tiempo: es la misma cantidad de tiempo que han recibido las personas más pobres que tú y las más ricas que tú. Ahora, ¿cómo utilizar ese tiempo? Depende de ti. Nadie lo usará por ti, sólo tú lo podrás usar a tu antojo y al finalizar el último mes del año podrás evaluar y recoger lo que sembraste, así que empieza por hacer un listado de qué vas a sembrar.

Algunos siembran negocios, otros siembran estudio, relaciones sociales, afectivas, etc. Otros empezarán a sembrar remordimientos, deseos de venganza, etc. Recuerda que de acuerdo a lo que siembres, podrás esperar la cosecha. No siembres piedras y esperes cosechar aguacates, porque por más fuerza que hagas, no sucederá, ¿por qué no se te ocurrió haber sembrado unas semillas de aguacate en vez de piedras?, si lanzas una piedra no esperes que te regresen panes, seguramente la vida te devolverá piedras más grandes.

Has recibido una cuenta para este año 2019 de: 365 días + ¼, es decir 8.766 horas, o lo que es igual a 525.960 minutos o lo que son 31.557.600 segundos. Recuerda que un segundo no es “nada” pero la unión de segundos, forman los minutos, la unión de éstos las horas, la unión de éstas forman los días que van formando las semanas, los meses y, finalmente, los años. Esos pequeños detalles, esas pequeñas piezas, bien utilizadas harán que nuestra vida tenga sentido, pero esas mismas piezas de tiempo, dejadas al azar, son las que conllevan a una vida colmada de vacío. Recuerda cómo utilizar esta cuenta, depende sólo de ti!.

El año que acaba de pasar ha dejado muchas cosas: unas muy alegres y otras muy tristes, unas que nos enorgullecen y otras que nos avergüenzan, unas realidades que muestran la grandeza del ser humano y otras que exponen lo más bajo a lo que puede caer la acción humana en busca de su propio interés; es posible que todavía te estés lamentando por lo que no hiciste el año anterior o por lo que hiciste y no salió como querías, pero ojalá tengas motivos para celebrar por algo que decidiste o no el año que acaba de pasar, porque si sigues trayendo al nuevo año las cargas y dolores del pasado ¿qué crees que germinará este año?. 

Espero que este año 2019 esté colmado de personas que deseen aportar lo mejor de sí para que nuestro mundo sea lo que soñamos: colmado de jóvenes estudiantes que deseen dar su mejor aporte en prepararse para su vida y la sociedad; en profesionales que aporten, no sólo su fuerza de trabajo sino, su inteligencia para hacer crecer la empresa en la que laboran; por jefes que sean sensibles al esfuerzo del capital humano que labora en sus empresas; de líderes que sepan guiar hacia la construcción de una sociedad más pacífica y constructiva. Ten en cuenta que, en algún momento, ocupamos uno de estos roles y muchos más: somos hijos, estudiantes, padres de familia, ciudadanos, empleados, jefes, líderes, etc. Es tu responsabilidad, y la mía, hacer que nuestro entorno sea mejor. Recuerda que tus labios hablan de la riqueza que llevas en tu interior, de esta manera deseo que tus palabras construyan y realcen lo mejor que tenemos como seres humanos.

Si estás leyendo estas líneas, agradece porque eres de los bendecidos que pudieron ver  el inicio del año 2019, no sabes si lo terminarás pero, por ahora, haz tu mejor aporte, invierte bien la cuenta que se te ha sido dada y, si este año se te termina hoy o en unos días más o en pocos meses, tendrás el gozo de haber dado lo mejor y serás recordado por ello. Así que Feliz año 2019.


Leonel GRIMALDO SALAZAR
Psicólogo, Filósofo y Teólogo
Cel. (+57) 310 331 9621

La psicoterapia y la espiritualidad

Imagen tomada de internet   Comienzo con un caso: “ María, es una esposa y madre de dos hijos adolescentes, sin embargo se siente culpable p...