sábado, 9 de enero de 2021

Debo cuidar mi salud y...mi vida!


El ser humano siempre ha querido proteger su vida y la de todos los que le son relacionados como su familia: primero se se protegía de las fieras salvajes y para ello desarrolló armas de piedra; luego se protegía de quienes incursionaban violentamente en sus aldeas para apropiarse de sus propiedades (organizarse por aldeas era también una forma de unir fuerzas y protegerse); luego empezó a cuidar su salud pues alguna enfermedad podría poner en peligro su vida y empieza a desarrollarse la medicina, primero, de manera natural y, luego, de manera más tecnológica; en los años recientes, las investigaciones han conducido a la preocupación por el cuidado no sólo de la salud física, sino también se habla de salud emocional, psíquica, afectiva, nutricional, espiritual, etc. De esta manera, el ser humano siempre ha querido proteger su salud y su vida. 

Hipócrates, (nacido hacia el año 460 a.C), fue un médico griego y visto como el médico más grande de todos los tiempos; se acepta como el padre de la medicina moderna occidental. A él se le atribuye el “Juramento Hipocrático” que todo profesional de la medicina debe realizar en el momento de graduarse y acceder al titulo de médico. Con diferentes adaptaciones el fundamento de dicho juramento radica en “No llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos”. Esto busca que la profesión médica no se mercantilice y se pierdan los objetivos primigenios de la medicina: conservar la salud...y con ella la vida.

Desafortunadamente, con el desarrollo de la tecnología, en algunas circunstancias la medicina ha sido utilizada para generar “ensayos” en pueblos enteros (como ocurrió con los Nazis) o la ciencia se ha usado para destruir en vez de construir (como el caso del uso de gases y agentes biológicos como armas de guerra). Entonces ¿la ciencia y la medicina no están al servicio de la vida?. En principio sí, pero en ocasiones, los intereses económicos y de poder, han hecho tergiversar dichos principios.

¿Está sucediendo algo similar ahora con el uso de la “vacuna” contra el COVID? Es curioso que los médicos y los científicos no se hayan pronunciado en su conjunto sobre este tema; lo hacen más los políticos y los MCS que quienes saben del tema. Similar a las decisiones de ciertos políticos en nuestros países cuando permiten que el transporte público esté aglomerado, pero es delito ir en un carro particular más de 2 personas o que es más peligroso una reunión familiar a estar en el centro de nuestras ciudades donde no se puede caminar (y ¿el distanciamiento?)...sin duda el virus entiende dichas normas y las respeta!.


Muchas preguntas han surgido en torno a las diferentes “vacunas” (producidas en tiempo récord) y que se están siendo aprobadas (donde en cuestión de días las autoridades son capaces de leer miles de folios para “aprobarlas”):


  • De verdad ¿son “vacunas”?.
  • La tecnología utilizada para la fabricación de dichas “vacunas” ¿es segura?.
  • Si realmente son vacunas ¿qué tanto protegen?. ¿Por cuánto tiempo?.
  • Vacunarme ¿impide que sea receptor y/o transmisor del virus?.
  • ¿Por qué no pueden vacunarse a los niños y menores de 16 años?
  • ¿Por qué la comunidad científica y médica no dan una aprobación sobre las “vacunas”?


Y así, un sinnúmero de preguntas que empiezan a circular y que han surgido de algunos estudiosos del tema.


Quise compartir un video de España donde se hacen unas denuncias pero fui sancionado por Youtube y no pude.... Espero que lo pueda descargar o ver acá: https://drive.google.com/file/d/1lZGw5ZVbyg_qmf06POMue1tpiS0e0UQJ/view?usp=sharing


También comparto este link: https://www.youtube.com/watch?v=GrVkOVUj-VA

Por otra parte, se nos han mostrado imágenes de líderes mundiales vacunándose y con ello motivando a que muchos reciban (o recibamos) la vacuna…. ¿Es cierto que se han vacunado? O ¿ha quedado al descubierto la farsa?.  Este video también me lo sancionaron en youtube pero espero lo puedas ver o descargar acá: https://drive.google.com/file/d/1Fo6AYyRCf7Qyh1-onabHq4ikq-jVbAGA/view?usp=sharing

Éticamente tengo el deber de cuidar mi salud, la de mis familiares y la de los miembros de mi comunidad y por ello debo ser responsable en el uso de las normas de higiene y de autocuidado, pero el hecho de que algo sea “aprobado legalmente” no quiere decir que busque el bien común ni sea apropiado.


No quiero invitar a nadie a que no se vacune (cada uno es libre de hacerlo o no hacerlo), pero, desde la ciencia, sí invito a que investiguemos sobre tantas preguntas sin respuestas, invitaciones de políticos y de economistas pero el silencio de quienes saben del tema como son los médicos y los científicos.


Además, como personas creyentes, podemos hacer mucho, tenemos armas que sobrepasan las fuerzas del hombre que se cree “sabio” y desea jugar a ser “dios”. Por ello, quien desee, puede leer la siguiente propuesta para ser realizada desde la oración (Si deseas conocer la propuesta, ingrese aquí).


Recuerda que somos seres inteligentes, pero debemos aprender a ser sabios y defender ese derecho que nos ha sido dado desde nuestra dignidad de humanos, no por leyes humanas sino más allá de ellas.


Leonel GRIMALDO SALAZAR

Psicólogo, Filósofo, Teólogo

Cel. (+57) 310 331 9621

www.psicologoalamano.com



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