jueves, 25 de abril de 2019

¿Justicia o Venganza?

Vengo escuchando y leyendo en redes sociales y en MCS sobre algo que preocupa en nuestra realidad nacional colombiana: la búsqueda de la justicia. Dicha situación es algo que surge en las sociedades humanas para resarcir daños causados, por acción u omisión, y que se han establecido dentro de los Códigos presentes en cada país.

Mis opiniones no quieren inmiscuirse en la politiquería irracional sino en el ejercicio libre de la política entendida como la búsqueda del bien común sin intereses personales. Por ello, deseo unirme a la demás voces que opinan en uno u otro sentido.

Dos ideas previas:

1. Jn 8, 1-11 trae el caso de la mujer sorprendida en adulterio y que los judíos, sin duda fariseos aquellos, deseaban aplicarle todo el peso de la ley: lapidarla!.

2. En la sociedad colombiana de los 80’s y 90’s, en el auge del narcotráfico, muchos miembros “prestantes” de la sociedad se involucraron, directa o indirectamente, en el mismo ambiente y obtuvieron sus buenos réditos; sin embargo, todo quedó en silencio y, aunque las leyes existían, prescribieron dichos delitos.

Es cierto y necesario que se debe buscar justicia, de lo contario se caería en la anarquía ante la falta de leyes, sin embargo en nuestro país abundan las leyes, unas muy insulsas y otras muy importantes, lo curioso es que las “buenas leyes” no son aplicadas y el pueblo se siente huérfano de aplicación de justicia. Una cosa es que una mamá robe comida para sus hijos y otra muy diferente que el gobernante de turno se embolsille el dinero del erario público y lo reparta entre sus amigotes. No se puede juzgar con la misma severidad dichos actos…y sin embargo se juzga severamente el primer caso y el segundo….pues….. De allí que, en nuestro país donde abundan los leguleyos, se busca aplicar “todo el peso de la ley” a unos y a otros regalarles blanqueador para que sus “Hojas de vida” sean pulcras como la nieve.

He visto cómo los partidos de Derecha señalan a los de izquierda de haber destruido la Capital y todo lo que tocan y, por su parte, he visto cómo los de izquierda señalan a los de derecha de haber destruido al país; desafortunadamente todos tienen razón, unos y otros han saqueado las arcas del Estado y se han apropiado de recursos que eran para la inversión social y el beneficio de los más desfavorecidos; unos y otros han causado daño al país y los siguen causando; unos y otros son dañinos a la sociedad, unos y otros destruyen en vez de construir; unos y otros buscan embaucar a los electores quienes, por no investigar, dejan que otros elijan en su nombre o venden su voto al mejor postor. Me pregunto si la politiquería dejara de ser un negocio, ¿existiría la misma cantidad de candidatos peleándose ser elegidos? mmmmmmm

Es probable que el proceso de paz adelantado con las FARC no haya sido el esperado por muchos, pero es el mejor logrado en 50 años de guerra que ha permitido que muchos colombianos puedan ir a conocer parte de la geografía en donde nadie podía ingresar; muchas comunidades empiecen a recibir ayudas del Estado y se vea el progreso; para muchas personas (y familias completas) es la esperanza de saber dónde quedaron los restos de sus familiares desaparecidos y poder realizar su proceso de duelo, etc. Si bien, gran parte de la sociedad no quiere a las FARC (y con razón), para otros muchos lo mismo sienten hacia el Estado que los abandonó por décadas; ¿cómo culpar a un niño que fue reclutado y sólo conoció esa vida porque el Estado nunca estuvo presente?.

Se pierde la esperanza y la confianza en un país donde el servicio no aparece, ni se cumplen bien las responsabilidades y las funciones por las que se recibe un sueldo, sino que se busca siempre contratar personas inexpertas, saquear los bienes de todos, buscar beneficios personales, aprobar leyes que sólo beneficien a ciertos grupos (incluyendo a los mismos que generan las leyes) en contra del pueblo que necesita sentirse protegido por sus leyes y sus gobernantes.

Hoy día, muchas voces en la sociedad piden que la JEP sea desmantelada (y si existen dudas sobre la pulcritud de sus actos deben llevarse a juicio a los responsables), pero ¿la intención que se desmantele la JEP y lleven a la cárcel a quienes cometieron delitos graves en las FARC obedece a una búsqueda sincera de justicia o a una venganza solapada? Este país que se jacta de ser muy cristiano (en toda la amplitud de la palabra) debería poner a funcionar los principios del Maestro y aplicar lo que pedimos de Él: Misericordia. Me preocupa que muchos llamados cristianos, que predican Misericordia, sean quienes, por todos los medios, motivan a que haya venganza. Acaso ¿no se dan cuenta que están hablando de algo y viviendo otra cosa?. La JEP, dentro de un acuerdo de Estado, no puede estar al arbitrio de unos que viven de la guerra pero no la han experimentado, en contra de la mayoría del pueblo que visto cómo sus sueños se han resquebrajado.

Me gustaría saber en qué parte el Maestro de Nazaretn enseñó la venganza como manera de solucionar las situaciones de las sociedades. El Papa Francisco, en la Audiencia General del miércoles 24 de abril de 2019, afirmaba: “En la vida no todo se resuelve con la justicia, es necesario el amor, por eso Jesús introduce en las relaciones humanas la fuerza del perdón, para que podamos amar «más allá de lo necesario» y no permitir a la venganza del mal propagarse hasta asfixiar al mundo entero”.

Todos los colombianos, de una manera o de otra, hemos experimentado la guerra y la violencia, pero ¿para qué continuar viviendo en ella si podemos pasar la hoja? ¿Qué gana alguien que perdió a su familiar en la violencia con que el verdugo sea encarcelado? ¿Acaso no cree que se mueve una venganza camuflada allí? Muchos militares que son acusados por diferentes delitos relacionados, están interesados en que la JEP continúe, además porque fueron ellos quienes “pusieron el pecho a las balas” mientras quienes ostentaban el poder dirigían desde oficinas blindadas en Bogotá. ¿Quién pierde con un recrudecimiento de la guerra? El mismo pueblo que la ha sufrido siempre!.

He podido experimentar muchas caras de la violencia en Colombia, he podido adentrarme al dolor de familias completas porque este grupo o aquél destruyó su paz, su ambiente y robó sus bienes; he podido conocer cómo muchos ciudadanos, cobijados en la violencia, han sembrado miedo, apoyando a éste o aquél grupo ilegal, se han apropiado de los recursos de quienes fueron desplazados y hoy se esconden, rogando a Dios que la ley les proteja. Es importante que tengan la valentía, así como la tuvieron para destruir, ahora para pedir perdón. La Ley les está dando una nueva oportunidad, pidan perdón a sus víctimas; pero no abusen de la misma Ley, porque del hombre podrán esconderse pero jamás del tribunal de Dios.

Como psicólogo, filósofo y teólogo sé que sólo el perdón puede liberar, la venganza esclaviza porque luego te das cuenta que, a pesar del castigo hacia el victimario, nunca recuperaste la anhelada paz porque terminaste actuando igual o peor que aquel. El perdón no debes darlo por bien de quien te causó la ofensa, sino por tu propio bienestar, porque tú necesitas vivir en paz, porque mereces estar bien y no continuar llevando cargas que te esclavizan y destruyen: Mereces ser libre!.

El perdón surge de la Misericordia. No es hora de ponerte a pensar en “quién o quiénes están siendo beneficiados” es hora de que actúes con Misericordia, si te llamas cristiano no es una petición, es una exigencia del Maestro.

Ojalá mis palabras sirvan para que desarmemos el corazón y la mente y en estos días, cuando la Iglesia Católica se prepara para la Fiesta de la Divina Misericordia, seamos capaces, como sociedad cristiana, de actuar con corazón misericordioso y continuar construyendo la paz que todos anhelamos y nos merecemos, no la paz que se construye a la fuerza porque ella sólo trae violencia.

"Vayan y aprendan qué significa Misericordia quiero y no sacrificios(Cfr. Mt 9, 13)

Nota final: A ti que estás recibiendo Misericordia de los colombianos a pesar de tus fechorías, por favor NO ABUSES DE ELLA pues si no la aprovechas, vendrá la aplicación de la justicia y no podrás excusarte ya que  desaprovechaste la oportunidad. De la Misericordia no se puede abusar! El infierno consiste en saber que la Misericordia me fue dada pero abusé y me burlé de ella.

Leonel GRIMALDO SALAZAR
Psicólogo, Filósofo y Teólogo
Cel. + 57 310 331 9621     
https://linktr.ee/leonelgrimaldosalazar

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